jueves, 22 de octubre de 2015

ME HE ROTO UN ALA



 

¡Ay, mi mano izquierda ¡¡¡

Pensaba que mis actividades diarias eran superfluas, casi inútiles…Todo lo que llenaba las horas de mis días, eran ratos perdidos… Limpiar, ordenar, planchar …

Ahora les doy una importancia tremenda. Estoy manca, o diciéndolo poéticamente, me he roto un ala. Solo utilizo la mano derecha y cuando voy a hacer lo más insignificante, tengo que pensar la postura adecuada para no dar un grito de dolor.

Siempre he sido muy activa y he utilizado mi tiempo libre para desarrollar mis aficiones: crochet, punto, costura, escritura… Hasta conseguir hacer un blog, sin saber nada de informática Y dos libros de poesías y canciones infantiles…

Ahora me doy cuenta que lo importante no son las cosas grandes. Lo importante son las pequeñas. Lo he oído cientos de veces, pero me he esforzado en realizar proyectos cada vez más difíciles, o por lo menos eso creía.

 Parece mentira pero  hacer y freír unas sabrosas croquetas, unas natillas en su punto, unas patatas a lo pobre, unas lentejas que nadie las deja… unos roscos de huevo… Algún cuadro de punto de cruz, unos patucos y un gorrito para los nietos, la ropita interior de la niña… ¡Tocar la guitarra¡   

Si, esto es lo más importante, pero...
¡AY,  ME HE ROTO UN ALA!