lunes, 5 de julio de 2010

AL HIMNO DE LA AMISTAD




He amanecido triste esta mañana
por las nubes que cubren hoy mi jardín,
el sol se ha escóndido tras la ventana,
solo llega el aróma de aquel jazmín.

Saco papel y lápiz de mi cartera,
y el cuaderno viajero de mi vivir,
las palabras jalean en mi cabeza,
se apacigüa mi pulso al escribir.

Retumba a lo lejos el primer trueno,
la tormenta avanza negra y veloz,
el rio llora con miedo y veneno,
se ha cargado de llanto frío y atroz.


En silla de enea me tranquilizo,
a las hadas invoco con atención,
en silencio escucho este hechizo,
oigo el leve latído de su canción.


Con sus alas me arropan las lindas musas,
su ténue mágia me acuna, con suavidad,
vestidas de perlas corcheas y fusas,
danzan aladas al himno de la Amistad.