martes, 24 de septiembre de 2013

Padre de los niños chicos

 
 
 
Padre de los niños chicos,
ayúdame en este día,
quiero ser siempre muy bueno
y tener muchos amigos.



 

Te ofrezco mi vida entera,

llénala siempre de luz,

 que sea como un farolillo,

brillando en el cielo azul.

Padre de los niños chicos,

déjame así un día más,

 que no crezca tan deprisa,
 
para jugar y rezar.
 
 
Todos los días rezamos al empezar la mañana, esta es una de las
oraciones que después de muchos años seguimos recitando.
Con sus manos, sus miradas y su silencio, me invitan a rezar.