Duerme mi niño querido
con tus manos alzadas
bajo manto de nube.
Sueña con lentos suspiros,
en cielos tranquilos
y luces brillantes.
Son las lunas y soles,
que vienen a cantarte canciones
nuevas y eternas.
Saturno con su aureola de luz,
te subirá en su vaivén constante
y bailarás en su carrusel luminoso y etéreo.
Y en tu sueño...
Un castillo de fuegos de colores,
acompañarán a la guitarra,
que un día sonará con acordes infantiles,
para inventar canciones de cuna.
Despierta mi niño querido,
en tus ojos reflejas:
La alegría, la esperanza y la belleza de la niñez.