Mientras corto los visillos,
me viene a visitar,
mi linda “Hada de Hilillos”,
que me quiere acompañar.
“Fijaté en las medidas,
corta con mucha atención,
las tijeras prevenidas,
cose con mucho primor.
Extiendo pronto la tela
en mi mesa de cristal,
derechas van las tijeras,
mi pensamiento detrás.
“Marca con los alfileres
de bolita nacarada,
no sueñes en los laureles,
escribe un cuento de hadas”.
“Y retira los hilillos,
que sobran en el pespunte,
llegará un duendecillo,
saltando entre las cumbres”.
“Desenreda los hilvanes
y los nudos con cuidado,
guarda todos los dedales
y el costurero ordenado”.
“Ya sabes que no estás sola,
Hilillos está contigo,
viajará a todas horas…
¡En tu precioso Librillo! “