El colegio del espacio,
ha abierto otra
vez sus puertas,
los chicos han madrugado,
pues ya han pasado las fiestas.
El autobús espacial
se acerca al
aparcamiento,
rodeado de palmeras,
un cartel conduce al viento.
Con botas de reglamento
y audífonos
espaciales,
juegan dos niños contentos
a canicas siderales.
Con el pelo muy rizado,
Ana pisa el
pasillo,
estrena hoy su peinado,
y saluda a los chiquillos.
Los chicos no le hacen caso
y siguen con las bolitas,
pues están entusiasmados,
con el juego de llamitas.
Mar estrena pantalón,
de fresa la camiseta,
la maleta, el
cinturón,
su peinado de coletas.
Se lo ha traído Melchor,
en su carroza gigante,
llegó con una explosión,
y tres estrellas brillantes.
Caminan las dos al cole,
con sus bonitos
regalos,
con una linda sonrisa
y cogidas de la mano.
Los párvulos en el aula,
aprendiendo los colores,
un pajarillo sin jaula,
les canta muchas canciones.
Magdalena ha dibujado,
el colegio del espacio,
la maestra ha soñado…
¡Con los sueños de Rosario!