jueves, 25 de noviembre de 2010

EN SILENCIO


En silencio y concentrada,
escucho en mi habitación
el sonido de las hadas
 que oigo en este rincón.

Han llegado a la clase
de una a una, dos a dos,
yo les abro la ventana
 cierro deprisa el balcón.



Ayer entraron despacio,
por la ventana central,
pues estaban muy callados
y los querían observar. 

Se quedaron eclipsadas
al entrar en el salón,
las niñas ilusionadas,
los niños con el balón.



La seño dijo: ¡Adelante!
Sin vosotras no podré
enseñar a tanto infante
y que aprendan a leer.

Un hada mueve sus alas,
hay silencio por doquier,
se oye música en la escuela...
El violín suena otra vez.


Gracias a todos los niños de mi clase y de mi colegio,  pues con sus miradas, sus gestos y sus caricias me llenan de Alegría.