Los perfúmes de Paris,
se cuelan tras las ventanas,
el sol traspasa las lunas,
pinta todas las fachadas.
Los extranjeros recorren
sonriendo los lugares,,
un motorista con casco,
una niña en sus pedales.
Dos bebés lleva la madre,
orgullosa en sus andares,
con el canturreo alegre
del sonajero en el aire.
La anciana avanza segura,
con su bastón y su capa,
se le han calado los huesos,
helaita tiene el alma.
Todas las tiendas abiertas,
las señoras con sus compras,
la muchacha desayuna,
el garçón se enamora.
Mucha ropa en las terrazas,
los manteles, una colcha,
frescor en las jardineras,
los toldos buscan la sombra.
La bulliciosa avenida
se ha llenado de fragancias,
se adorna la Primavera,
los árboles estrenan hojas.
La pequeña no alcanza,
pues es muy alto el buzón,
por eso el perrito ladra,
desafiando a un peatón.
La mademoisselle al gendarme,
pregunta con voz muy suave:
¿Ou c,est rue s'ils vous plâit?
y el guardia le responde
con sonrisa y buen talle:
¡C'est Montmaitre!
Merçi beaucoup ¡BUENAS TARDES!